resumen

La economía española ha entrado en una fase menos expansiva, que todavía cuesta caracterizar porque mientras que algunos indicadores ya ratifican su desaceleración, hay otros que pueden interpretar en la línea de que aún no se agota la inercia. La previsión plantea que el crecimiento del PIB del 2,3% previsto para el 2019 se irá reduciendo hasta quedar en el 1,7% en 2021.
 
Así se desprende del informe Situación y previsiones del sector de la construcción en Europa que emite periódicamente el grupo Euroconstruct, un grupo independiente de análisis formado por 19 institutos europeos y de los que forma parte el Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (ITeC), que elabora el informe correspondiente a España. La conferencia de verano se celebró en junio en Roma, mientras que la presentación del informe en España se hizo el pasado 26 de junio y fue a cargo de Francisco Diéguez, director general y Josep Ramon Fontana, jefe del departamento de Mercados del ITeC.
 
Según los datos de este informe, si en la economía todavía conviven los síntomas de continuidad con los síntomas de enfriamiento, en el sector construcción los que predominan son los de continuidad. Así, los primeros datos de 2019 continúan recogiendo un poco de avance en empleo en construcción, aumentos en la cartera de pedidos y estabilidad en los índices de confianza. A pesar de esta calma aparente, el sector no ha perdido de vista el precedente de la estrepitosa caída después del 2007. Nadie puede garantizar que no vuelva a repetirse, pero por lo menos en los últimos años no ha habido excesos de producción que haya que corregir. Al contrario, queda margen para seguir creciendo mientras no se detenga por completo el avance de la economía y del empleo.
 

 

 

Palabras clave

Servicios asociados