resumen

El edificio antes de la restauración presentaba un estado pésimo, dados los daños producidos durante la Guerra Civil de 1936-39 y su posterior abandono. Estos hechos, conjuntamente con la acción de agentes atmosféricos y biológicos, favorecieron la aparición de patologías muy serias en la edificación.

Las zonas que se encontraban peor son los remates de los muros, por la desaparición de la cubierta y de las bóvedas del techo de la nave. Estos elementos arquitectónicos, al encontrarse descubiertos, han sufrido una disminución progresiva de la sección del mortero, con los consiguientes desprendimientos y la pérdida de unidad. Además, algunos muros tenían grietas producidas por esfuerzos cortantes ocasionados por la falta de solidez. Las más graves aparecen en el muro lateral sur, en la parte del ábside, donde se produjo un debilitamiento de la cúpula hasta derrumbarse la. Los arcos que sujetaban las diferentes vueltas mostraban un aplanamiento de la parte central, producido por el desplazamiento del muro sur, que había arrastrado los arcos y el resto de la estructura. Este hecho provocaba que los arcos recibieran un sobrepeso adicional y que disminuyera su capacidad resistente, así como que aparecieran grietas muy importantes. los arcos centrales de la segunda y tercera crujía tenían un elevado riesgo de derrumbamiento inmediato.

 

(Artículo publicado con autoritzación del Col·legi d’Aparelladors, Arquitectes Tècnics i Enginyers d’Edificació de Barcelona y del autor).
 

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