No todo el mundo dispone o quiere utilizar el aire acondicionado, ya sea por razones económicas, ya que consume mucha energía, o por el hecho de no querer utilizarlo para temas de salud. Pero, ¿qué podemos hacer para seguir están a una temperatura razonable dentro de nuestra vivienda?

 
Hay una serie de factores que todas y todos podemos aplicar de forma sencilla en nuestro para ganar estos grados de frescura deseados:
 
  • Cuando el sol esté presente, bajemos persianas. Mantener la casa en la penumbra nos hará mantener la temperatura de la noche durante el día.
  • Utilización de toldos para evitar que el sol caliente la terraza o pared y evitar que entre luz solar dentro de la vivienda. 
  • Durante la noche abrir las ventanas para provocar corriente de aire y el consecuente enfriamiento de la vivienda.
  • Utilizar un ventilador para ayudar a la circulación y renovación del aire, cuanto mayor más eficiencia tiene.
  • La iluminación artificial también puede aumentar la temperatura interior, si disponemos de iluminación LED, no nos producirá calor, en cambio, las bombillas tradicionales incandescentes sí, aparte de gastar más energía.
  • Utilizar ropa con telas naturales de algodón o lino para mantenernos frescos.
  • Refrescar el cuerpo, tanto por fuera como por dentro, con una dieta con verduras y hortalizas para facilitar su digestión e ingerir líquidos a temperatura ambiente.
  • El aislamiento térmico también juega un papel importante, y no sólo en invierno, la poca transmitancia térmica de los materiales aislantes consigue que no entre el calor a través de las paredes o techos.
  • En caso de buscar vivienda, fíjese en la orientación, características técnicas, materiales, cierres o el simple color de la fachada para pasar el mínimo calor posible durante el verano sin necesidad de aire acondicionado.
 

 

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